Pensé que mi vecino sólo estaba tirando su vieja estufa de gas-¿pero lo que hizo después? 🫢🤯 Me dejó mirando con la boca abierta 😱🔥 Aquella cosa oxidada se convirtió en el montaje de jardín más salvaje que he visto nunca 😍 Ahora, todos los invitados se paran a preguntar qué es. Mostró las fotos en el artículo de abajo 👇
Convertir una vieja estufa en algo útil para el jardín puede ser una forma estupenda de ahorrar dinero y dar una nueva vida a algo que, de otro modo, se tiraría. No es tan difícil como puede parecer, y el resultado no solo puede ser práctico, sino también añadir un toque especial a tu espacio exterior.
Lo primero que hay que hacer es desmontar la estufa con cuidado. Hay que quitar todos los tornillos y pernos para poder desmontarla por completo. Las piezas metálicas que separan el horno de la encimera deben desmontarse. Estas piezas no tienen por qué desperdiciarse, ya que pueden utilizarse posteriormente para otros proyectos domésticos, como hacer pequeñas estanterías o marcos para cuadros.
Una vez desmontada la estufa, la sección del horno puede convertirse en una chimenea de exterior. El interior debe limpiarse a fondo para eliminar cualquier resto de suciedad o grasa. Después, se puede colocar leña en el interior y, una vez encendida, el calor permanecerá atrapado cuando se cierre la puerta del horno. Esto crea un acogedor efecto chimenea, perfecto para las noches frescas al aire libre.
Si le gusta cocinar al aire libre, el fogón también puede convertirse en una superficie de cocción. Colocando una rejilla metálica en la parte superior podrá asar alimentos o cocinar comidas sobre un fuego abierto. Las verduras, la carne o incluso el agua hervida en una tetera sobre este tipo de fuego adquirirán un sabor ahumado especial.
Para mejorar el aspecto de la estufa, se puede pintar con pintura resistente al calor. Colores como el negro clásico o el bronce envejecido funcionan bien y pueden hacer que la vieja estufa tenga un aspecto elegante y moderno en el jardín.
Para los que les gusta tener las cosas organizadas, otra buena idea es añadir pequeños estantes o ganchos a los lados de la estufa. Así será más fácil tener cerca los utensilios de cocina, la leña o incluso las especias mientras se utiliza el hornillo.
Otra opción es convertir el viejo horno en un ahumador. Con unas virutas de madera colocadas en el interior, el horno puede utilizarse para ahumar carne, pescado o incluso queso. Cerrar la puerta del horno ayuda a que el humo permanezca dentro, dando a la comida un sabor rico y único.
Reutilizar un horno viejo como éste no sólo es útil, sino que también contribuye a un estilo de vida más sostenible. Ayuda a reducir los residuos, ahorra dinero y aporta al jardín un elemento hecho a mano que es a la vez funcional y lleno de carácter.