Abrí el congelador de mi amigo y me congelé… justo ahí, junto a la carne y las bayas, había un trozo de cobre 😲🧊 Pensé que estaba viendo cosas… ¿o quizá era algún extraño ritual de pueblo? Pero no-la razón me estremeció aún más 😱 ¡Cuento de la razón en el artículo de abajo! 👇
Tengo unos amigos maravillosos que, hace unos años, tomaron la valiente decisión de dejar atrás la ruidosa ciudad e instalarse en el campo.
No hace mucho, decidí visitarlos un fin de semana. Llevé algunas golosinas y tenía ganas de pasar un rato agradable con ellos.
Cuando llegué, la anfitriona estaba ocupada en la cocina preparando algo delicioso. Queriendo ayudar, me ofrecí a meter la comida que había traído en su congelador. Pero cuando lo abrí, me quedé confuso y sorprendido.
Allí mismo, entre la carne, las verduras y las bayas congeladas habituales, había un trozo de cobre. Sí, un trozo de metal de verdad, sentado allí con la comida. Todo lo demás parecía normal, pero este bloque de cobre destacaba.
No le saqué una foto porque me daba vergüenza hacer preguntas enseguida, pero la curiosidad no dejaba de picarme. Así que, mientras estábamos sentados a la mesa más tarde, no pude contenerme.
Le pregunté a mi amigo: «¿Por qué guardas un trozo de cobre en el congelador?».
Se rió, me miró con complicidad y me dijo: «Bueno, ya que te has dado cuenta, te voy a contar un truquito de pueblo. Es sencillo pero muy útil».
Continuó explicando. Se coge un trozo de cobre, se envuelve en una bolsa, se sujeta con cinta adhesiva y se mete en el congelador.
Al principio, parece algo extraño, pero es un truco muy conocido entre la gente que vive en el campo.
La razón es que los cortes de electricidad son habituales en los pueblos, y suelen ocurrir sin previo aviso. En la ciudad, al menos, se suele avisar con antelación, pero aquí la electricidad puede cortarse en cualquier momento. Cuando eso ocurre, la comida del congelador empieza a descongelarse y se estropea rápidamente.
El cobre es especial porque conserva muy bien el frío. Se enfría mientras el congelador está en marcha y, si de repente se corta la electricidad, el cobre libera lentamente este frío, ayudando a mantener baja la temperatura dentro del congelador hasta nueve o diez horas.
Este truco da tiempo extra para guardar la comida, manteniéndola fresca mucho más tiempo durante los cortes.
Al oír esto, me quedé asombrado. Una idea tan sencilla, pero tan inteligente. Ahora pienso: quizá debería comprar un trozo de cobre y esconderlo también en el congelador. Nunca se sabe cuándo puede ser útil.