No contrató a un diseñador, ¡ella misma diseñó la cocina! 🤩 El resultado es tan impresionante que incluso los profesionales podrían tomar nota de su creatividad y sentido del estilo. 😉✨ ¡Una transformación completa que convirtió un espacio ordinario en algo realmente impresionante! 🔥🏡 Vea las fotos del antes y el después en el artículo 👇
La familia de Vera compró un apartamento de tres habitaciones de 63 metros cuadrados. Como suele ocurrir, la renovación llevó más tiempo de lo esperado, y se hizo aún más compleja por su decisión de rediseñar completamente el espacio y eliminar todos los elementos interiores antiguos, incluidos los suelos y los revestimientos de las paredes.
Este artículo se centra en la parte quizás más funcional de la casa: la cocina. Vera encargó un plan de diseño, pero no trabajó directamente con el diseñador. En su lugar, el proyecto se desarrolló con la participación activa de los propietarios del apartamento. Aunque hicieron varios cambios en el diseño propuesto, decidieron implementar algunas de las ideas sugeridas.
El suelo de la zona de trabajo de la cocina se cubrió con llamativos azulejos hexagonales no estándar, que le dan un toque elegante y creativo. El resto del suelo se acabó con un parqué oscuro y elegante. Las paredes se pintaron en un tono azul intenso pero apagado, logrando un equilibrio entre atrevimiento y sofisticación.
Para el conjunto de la cocina, los propietarios optaron por fachadas blancas como la nieve, aunque el plan de diseño original sugería un enfoque diferente. Estos armarios, inspirados en el estilo clásico británico, contrastan maravillosamente con las paredes oscuras y complementan los azulejos únicos del suelo.
Inicialmente, Vera planeó usar los mismos azulejos hexagonales para el protector contra salpicaduras que los del suelo, pero su forma y tamaño no encajaban bien. Después de pensarlo detenidamente, eligió un estilo de azulejo diferente en colores a juego, y pasó tres horas colocando los elementos en el suelo para asegurar la mejor composición.
Uno de los mayores cambios de diseño se produjo con la barra del bar. Debido a pequeños errores de cálculo y al espacio limitado, se trasladó al hueco de la ventana, sustituyendo al alféizar original. Este ajuste no solo hizo que la zona de la barra fuera más luminosa, sino que también permitió un uso más eficiente del espacio.
Al final, la cocina terminada resultó bastante diferente del proyecto de diseño inicial, pero eso la hizo aún más única. Los propietarios infundieron al espacio su propia creatividad y toque personal, lo que dio como resultado una cocina que no solo es funcional, sino también original, acogedora y verdaderamente suya.