El plan de huida secreto de Kurt Russell y Goldie Hawn para Diana y sus hijos 🏡👑 Un retiro oculto, lejos de los implacables paparazzi: nadie esperaba que esta pareja de Hollywood fuera la que ayudara a la princesa a desaparecer 🥲🫢 La historia completa está en el artículo 👇
A mediados de los 90, la princesa Diana se enfrentó a un inmenso escrutinio público. Su matrimonio se desmoronaba, los medios de comunicación la perseguían constantemente y apenas tenía respiro de los implacables paparazzi. Sin embargo, en medio de este caos, se desarrolló una historia inesperada, en la que Diana encontró consuelo y privacidad en un apartado rancho de Colorado propiedad del actor Kurt Russell y su pareja de toda la vida, Goldie Hawn.
Un encuentro que dio lugar a una amistad insólita
La historia comenzó en 1991, cuando Diana asistió al estreno londinense de Backdraft, donde conoció a Kurt Russell. Esta proyección real, a la que asistieron tanto Diana como el Príncipe Carlos, se convirtió en el momento que más tarde le ofrecería una rara escapada de la vida pública.
«La conocí junto con el príncipe Carlos: fue en la proyección de Backdraft», recordó Kurt durante una entrevista en The Project en 2016. «Estaban celebrando una ceremonia real, y de alguna manera, terminé de pie entre ellos».
En ese momento, Diana y Carlos ya estaban luchando en su matrimonio, y la tensión entre ellos era notable. A pesar de estar en el punto de mira, Diana anhelaba momentos de paz lejos de las cámaras y las presiones de la vida real.
La mujer más acosada del mundo
Diana no era sólo una figura pública: era una madre que intentaba navegar por su propia identidad mientras la seguían constantemente. Su hermano, Charles Spencer, la llamó en una ocasión «la persona más perseguida de la era moderna», una afirmación con la que muchos estarían de acuerdo.
Según la revista Time, Diana se convirtió en la mujer más fotografiada del mundo, y los paparazzi hacían todo lo posible por captar incluso los momentos más cotidianos de su vida. La demanda de sus fotos era tan alta que los tabloides pagaban hasta 500.000 libras (656.000 dólares) por imágenes cándidas, lo que le valió el apodo de «princesa de las ventas» en la industria mediática.
Kurt Russell, que también tuvo que lidiar con la fama, comprendía los problemas a los que se enfrentaba. Aunque su experiencia con los paparazzi no estaba ni de lejos al nivel de la de Diana, simpatizaba con sus luchas. Así que, durante el estreno de Backdraft, le hizo una oferta.
«Le dije: ‘Ven a nuestro rancho. Tenemos un largo camino de entrada y es difícil que entren los paparazzi. Tal vez quieras considerarlo’», le dijo Kurt.
El refugio secreto de Diana
Al principio, la invitación no prosperó. Pero un año después, Sarah Ferguson, duquesa de York y amiga íntima de Goldie Hawn, se puso en contacto con ella para ver si la oferta seguía disponible.
Sin dudarlo, Kurt y Goldie acogieron a Diana y a sus hijos William y Harry en su rancho de Colorado. El trío real pasó allí diez días, lejos de las cámaras, los cotilleos y las presiones de los deberes reales.
Durante ese tiempo, Kurt estuvo trabajando, pero Diana y sus hijos se sintieron cómodos en el tranquilo entorno del rancho. Fue una rara oportunidad para ellos de experimentar una vida normal y tranquila, aunque fuera por poco tiempo.
«Goldie y Fergie se conocían», explicó Kurt. «Llegaron a un acuerdo y Diana vino con los chicos. Se quedaron en nuestra casa, lejos de todo el ruido».
Una conexión duradera
Incluso después de dejar el rancho, Diana mantuvo una conexión con la casa. Entabló amistad con Bonnie, el ama de llaves de Kurt y Goldie, y todos los años le enviaba tarjetas de Navidad, un pequeño pero sincero gesto que reflejaba el calor que sintió durante su estancia.
Kurt Russell ha hablado muchas veces de esta visita tan especial, recordando cómo el rancho se convirtió en un refugio seguro para Diana. En The Late Late Show with James Corden, recordó que le habló de su casa de Colorado y le sugirió que la visitara si alguna vez necesitaba un descanso.
Al fin y al cabo, no se trataba sólo de unas vacaciones para Diana, sino de un raro acto de bondad en medio de su turbulenta vida. Fue un recordatorio de que, más allá de los títulos reales y la fama, la gente puede encontrar auténticos vínculos humanos y momentos de paz.
Incluso después de todos estos años, esta historia menos conocida pone de relieve la importancia de la compasión y demuestra que, a veces, las amistades más inesperadas ofrecen el mayor consuelo.