«¿Has comido alguna vez ajo antes de ir a trabajar?». 🧄😅 Si no es así, ¡seguro que tus compañeros de trabajo te lo agradecen! 😆 Pero para aquellos que aprecian los beneficios del ajo para la salud y quieren saber cómo conservarlo correctamente en casa, ¡tenemos algunos consejos estupendos! 🏡✨ En el siguiente artículo encontrarás consejos detallados y trucos útiles para mantener fresco este increíble ingrediente 📖👇
El ajo es uno de los condimentos más populares, muy utilizado en la cocina y como remedio natural. Este artículo comparte consejos sobre cómo almacenar el ajo correctamente.
Mucha gente guarda el ajo en el frigorífico, pero si lo deja allí demasiado tiempo, puede encontrar dientes marchitos o mohosos en lugar de frescos y fragantes. Hay algunas cosas importantes que debes saber sobre el almacenamiento del ajo, como las diferencias entre el ajo de primavera y el de invierno.
El ajo de primavera es más pequeño y denso, mientras que el ajo de invierno es más grande, con dientes grandes y jugosos. El ajo de invierno contiene más vitaminas y compuestos beneficiosos, pero debe consumirse antes, ya que se seca y se enmohece más fácilmente, incluso con el frío. El ajo también puede empezar a brotar si se almacena en condiciones inadecuadas.
Para conservarlo mejor, el ajo de invierno durará más si se guarda en una habitación con temperaturas entre 0 y -1 grados centígrados. La humedad debe oscilar entre el 55% y el 75%. El ajo de primavera, por su parte, puede almacenarse a temperaturas de hasta 20 grados, pero la humedad debe ser inferior al 70%.
Las cabezas de ajo se conservan más frescas si se envuelven holgadamente en plástico, dejando espacio para que circule el aire. Así se evita que se estropeen por la condensación.
Es mejor no almacenar ajos si puedes comprar ajos frescos con regularidad. Si encuentras moho en algún diente, utilízalo cuanto antes o separa los mohosos de los sanos.
Si quieres guardar ajos de tu propia cosecha, empieza por secar las cabezas al aire libre o en el interior, asegurándote de que circula bien el aire. Para evitar que broten, puedes tratar las raíces con una mezcla de aceite de girasol y yodo. Para hacer esta mezcla, calienta medio litro de aceite de girasol, déjalo enfriar y añade diez gotas de yodo. Después de remojar las raíces, se deja secar de nuevo el ajo. El ajo seco puede atarse en trenzas o manojos para facilitar su almacenamiento.
Otra forma de conservar el ajo es utilizando sal de mesa. Coloque las cabezas de ajo en un recipiente con orificios de ventilación y cúbralas con sal. También puede utilizar tarros de cristal esterilizados. Empiece poniendo una capa de 3 cm de sal en el fondo del tarro, coloque los ajos encima y cúbralos con otra capa de sal.
Un método similar consiste en utilizar harina en lugar de sal. Antes de colocar cada cabeza de ajo en la harina, sumérjalo primero en ella.