👵🌍 Nunca había salido de su ciudad natal… hasta ahora. ¿Qué ocurre cuando un nieto cariñoso convierte a su abuela hogareña en una aventurera trotamundos? 😲✈️ Desde risas hasta lecciones de vida: su increíble viaje te derretirá el corazón y te hará querer hacer la maleta ❤️🎒 No querrás perderte esta inspiradora (¡y divertida!) historia en el siguiente artículo!👇
Joy Ryan ha vivido noventa años y, durante ese tiempo, ha tenido momentos felices y tristes. Pero a pesar de todo, su familia siempre ha sido lo primero. Sólo recientemente ha empezado a perseguir sus propios sueños. Esta historia demuestra que vivir «al máximo» no es sólo cosa de jóvenes: nunca es demasiado tarde.
La familia de Joy no tenía mucho dinero. Pasó su vida en la pequeña ciudad de Duncan Falls, trabajando en un supermercado local. Ella y su marido criaron a sus hijos y de vez en cuando se iban de vacaciones, pero Joy nunca llegó a ver el mar.
Por desgracia, dos de sus tres hijos fallecieron antes de cumplir los 40 y Joy perdió a su marido hace unos 20 años. Sus días se volvieron tranquilos: se dedicaba sobre todo a ver la televisión y a su familia de vez en cuando. Pero todo cambió cuando su nieto vino a visitarla. Acababa de hacer nuevos amigos en la universidad a los que les encantaba viajar, y compartió con Joy historias sobre su excursión por los montes Apalaches.
Joy escuchaba con gran interés. Sentía verdadera curiosidad, y un poco de tristeza, por no haber visitado nunca lugares así. Su reacción hizo que su nieto, Brad, se parara a pensar. Casi al final de sus estudios, experimentó una profunda pérdida personal: su mejor amigo se quitó la vida. Fue un shock, e hizo que Brad se diera cuenta de lo rápido que puede cambiar la vida. También comprendió lo valioso que era el tiempo que pasaba con su abuela y quiso aprovecharlo al máximo.
En aquel momento, Joy ya tenía 85 años, pero no dudó cuando Brad le preguntó si quería hacer un viaje con él. Su visita al Parque Nacional de las Montañas Humeantes fue una experiencia increíble para ambos. Incluso con la diferencia de edad, se llevaban increíblemente bien. Joy estaba emocionada y llena de felicidad por todo lo que veía. Brad vio que la verdadera amistad y las aventuras compartidas no tienen límite de edad.
Brad supo entonces que su primer viaje no debía ser el último. A Joy aún le quedaba mucho mundo por ver. Su presupuesto era pequeño, pero decidió compartir su historia en un sitio de crowdfunding. Explicó que quería llevar a Joy a los 61 parques nacionales de Estados Unidos. Para su sorpresa, la gente respondió con gran amabilidad: donaron mucho más dinero del que había pedido. Muchos comentaron que ojalá se les hubiera ocurrido hacer algo así por sus propios abuelos.
Ahora, Joy es una viajera segura y experimentada. Ya ha visitado casi la mitad de los parques nacionales de Estados Unidos y está deseando seguir haciéndolo. Brad se siente aún más feliz sabiendo que puede viajar con alguien a quien quiere y hacerla sonreír cada día.
Publica regularmente actualizaciones de fotos en Instagram, donde a menudo se ve a Joy sonriendo frente a paisajes impresionantes. Y Joy no se detendrá pronto: cuando termine de visitar todos los parques, ya ha decidido qué es lo próximo que quiere probar: ¡el paracaidismo!