🚢 Vio cómo el Titanic se partía por la mitad… y vivió para contarlo. Charlotte Collier embarcó con su hija… y se marchó con una manta y unos recuerdos que la perseguirían para siempre 💔 Lea su impactante relato de primera mano en el siguiente artículo.👇
La historia del primer y único viaje del Titanic se ha contado muchas veces: en libros, artículos y películas. El barco era conocido por su moderno diseño, sus lujosos interiores y la comodidad que ofrecía a los pasajeros de primera y segunda clase. Se creía que era insumergible. La inglesa Charlotte Collier, que embarcó con su hija pequeña, fue una de las afortunadas supervivientes. Pero el recuerdo de aquella noche la acompañó para siempre. Compartimos su impactante relato.
Charlotte vivía con su marido, Harvey, y su hija, Marjorie, en Bishopstoke. Harvey era un hombre de negocios y una persona respetada en su ciudad. Nunca pensaron dejar su vida tranquila y estable, hasta que la salud de Charlotte empezó a deteriorarse. Tenía problemas pulmonares, y sus amigos de Idaho, que ya se habían trasladado a Estados Unidos, hablaban a menudo del aire fresco, el mejor clima y las oportunidades para los inmigrantes.
Harvey y Charlotte lo vendieron todo -su casa, su tienda- y reunieron todos sus ahorros, con la esperanza de empezar una vida mejor en Estados Unidos. Viajaron en segunda clase en el Titanic, junto con su hija de ocho años. Charlotte estaba maravillada con el barco: su tamaño, su diseño y el lujo que la rodeaba. Todo el mundo decía que el Titanic era el barco más seguro jamás construido.
Charlotte recordaba haber oído a una azafata mencionar que estaban entrando en una zona donde los icebergs habían causado problemas en el pasado. Ella y Harvey estaban en su camarote cuando sintieron un golpe repentino. Entonces todo se quedó en silencio: los motores se habían parado.
Al principio, nadie se dio cuenta de la gravedad de la situación. La tripulación se esforzaba por mantener la calma, y la mayoría de los pasajeros no sabía que las partes bajas del barco ya se estaban llenando de agua.
Charlotte dijo más tarde que vio cosas que le rompieron el corazón: hombres valientes que dieron su vida por salvar a mujeres y niños, y esposas que se negaron a abandonar a sus maridos. Recordaba a la gente rezando mientras el barco se hundía lentamente, mientras la orquesta seguía tocando.
Charlotte y Marjorie fueron empujadas a un bote salvavidas. Ella no quería dejar a Harvey, pero él le dijo que subiría al siguiente. Otros hombres dijeron lo mismo a sus esposas, pero en realidad no había suficientes botes salvavidas para todos los hombres a bordo.
Charlotte recordó cómo se apagaron las luces del barco y cómo el Titanic se partió en dos. El pánico se apoderó de los pasajeros. La gente gritaba y sus voces resonaban en el agua fría. Una hora y media más tarde llegó el barco de rescate Carpathia. Los que estaban en los botes salvavidas fueron subidos a bordo, pero muchos otros que habían caído al mar helado murieron de frío antes de que llegara la ayuda.
Hay una foto de Charlotte y Marjorie sentadas juntas, envueltas en una manta del Titanic, lo único que consiguieron salvar, aparte de sus vidas.