❄️ Quería advertir a los demás, pero lo que ocurrió bajo el hielo casi le cuesta la vida. Incluso un campeón de natación se perdió en cuestión de segundos. Su aterradora experiencia es una poderosa advertencia para cualquiera que esté pensando en intentarlo 🧊 ¡Historia completa y vídeo – en el artículo de abajo!👇
Tras la reciente tragedia en la que una mujer de San Petersburgo fue arrastrada por una fuerte corriente mientras participaba en un baño helado de Epifanía en Oredezh, el nadador y atleta profesional Boris Oravets decidió filmar su propio y peligroso baño. Como sabemos, su objetivo era mostrar lo arriesgado que es nadar en un pozo de hielo, incluso para alguien con experiencia.
Boris no es sólo un nadador: también ha sido cuatro veces campeón del mundo de hockey sobre hielo y se entrena en CrossFit y ice cross, un deporte que consiste en correr por pistas heladas sobre patines. A pesar de todo este entrenamiento, quería demostrar que nadar sobre hielo en una zona insegura puede ser mortal.
Los expertos advierten de que zambullirse en agua helada es peligroso, sobre todo para las personas con problemas cardiacos. Incluso una ducha rápida de agua fría puede hacer que los vasos sanguíneos sufran espasmos y se ensanchen de repente, lo que puede ser peligroso. Para las personas sanas, es importante acostumbrar al cuerpo a las bajas temperaturas de forma lenta y segura.
Antes de saltar al agua, Boris se tomó su tiempo para adaptarse al frío. Sólo después de prepararse se zambulló bajo el hielo.
Su objetivo era nadar una corta distancia bajo el agua, de un agujero de hielo a otro. Pero aunque llevaba gafas de natación ajustadas, Boris se desorientó rápidamente. Casi al final de la travesía, se desvió ligeramente y no pudo encontrar la salida.
El pánico no sólo se apoderó de Boris, sino también de su equipo y de los espectadores. El hielo estaba lo suficientemente despejado como para que su equipo pudiera verle luchando debajo. Intentaron ayudarle golpeando el hielo para guiarle o incluso intentando atravesarlo.
A Boris no le quedaba mucho aire. Como muestra el vídeo, lo que probablemente le salvó la vida fue la cuerda de seguridad que llevaba atada. Sin ella, la situación podría haber acabado en tragedia.
Después, Boris admitió que, incluso con toda su experiencia y formación, no habría sido capaz de encontrar la salida por sí mismo.
Su mensaje es claro: nunca intentes nadar sobre hielo en zonas inseguras o no preparadas. Lo que puede parecer un acto de valentía puede convertirse rápidamente en algo mortal.