Le dio la vuelta a su almohada de viaje y por fin pudo dormir de verdad en un avión 😴✈️ Lo que a los demás pasajeros les pareció incómodo, resultó ser el secreto para evitar la temida caída de cabeza. Una vez que veas cómo lo hace ella, nunca volverás a llevar el tuyo igual. Truco inteligente en este artículo 👇
Seamos sinceros: una almohada de viaje es una de esas cosas imprescindibles para los viajes largos. Aunque las compañías no paran de sacar nuevas formas, rellenos y materiales, la clásica almohada en forma de «herradura» o «bagel» sigue siendo la favorita de los viajeros. Hoy hablaremos de cómo utilizarla correctamente y sacarle el máximo partido.
La principal razón por la que la gente utiliza almohadas de viaje es para apoyar la cabeza y el cuello durante largos periodos de tiempo sentado, normalmente mientras se duerme en el avión, el tren o el autobús. Al llevarla como un «collarín», la almohada ayuda a aliviar la tensión de los músculos del cuello. Eso es exactamente lo que dicen las instrucciones.
Pero los viajeros experimentados -los que pasan incontables horas en la carretera- suelen encontrar nuevas formas de usarla que funcionan aún mejor. Una de esas viajeras, la periodista y popular bloguera Amanda Woods, compartió su truco personal para dormir mejor durante los vuelos.
Amanda, por su trabajo, vuela mucho. Para ella, una almohada de viaje siempre forma parte de su equipaje de mano. Pero durante sus primeros vuelos, descubrió que la almohada no le ayudaba. Cada vez que se quedaba dormida, se le caía la cabeza hacia delante y se despertaba.
Al cabo de un tiempo, dejó de llevarse la almohada, porque no le parecía útil. Pero más tarde, Amanda descubrió que la había estado usando mal todo el tiempo. Se dio cuenta de que el truco consistía en dar la vuelta a la almohada y colocar los extremos abiertos en la parte posterior de la cabeza. De ese modo, tenía la barbilla apoyada y la cabeza erguida, lo que le facilitaba mucho el sueño.
Al principio, Amanda se sintió incómoda, sobre todo cuando los demás pasajeros se quedaron mirando su inusual forma de llevar la almohada. Pero la comodidad la convenció. Pudo dormir casi todo el vuelo, despertándose sólo cuando el avión sufría turbulencias. Y volvía a dormirse enseguida. Con los años, Amanda ha descubierto otras formas inteligentes de usar la almohada. La lleva de la forma habitual cuando come o bebe durante el vuelo. Y se la pone detrás de la espalda para tener más apoyo mientras ve películas.
Ahora se ríe y dice que está esperando el día en que vea a otro viajero que conozca «el secreto» de usar la almohada de viaje al revés, y puedan saludarse con un gesto de complicidad.
Al fin y al cabo, un artículo tan sencillo como la almohada «bagel» puede marcar la diferencia, siempre que se sepa utilizar correctamente.
