Los médicos dijeron que podría costarle aprender… pero hoy, Lawson Lundberg tiene un coeficiente intelectual de 150 y una memoria que deja atónitos a todos 🧠✨ Nacido prematuramente y con signos preocupantes, este pequeño sorprendió a todos con lo que aprendió durante un apagón… y con lo que la vida le llevó después. Historia completa en este artículo 👇
Esta increíble historia se dio a conocer gracias a un lector que la envió a un portal online. Se trata de un niño llamado Lawson Lundberg, un gemelo que nació antes de tiempo y se enfrentó a graves problemas de salud. Su historia demuestra que un diagnóstico duro de los médicos no significa que no haya esperanza.
Lawson y su hermana nacieron de Sarah Lundberg más tarde en su vida. Ella ya tenía un hijo mayor de unos 25 años. Tras el nacimiento de las gemelas, tuvieron que permanecer varias semanas en el hospital bajo estrecha vigilancia.
Aunque la niña se desarrolló con normalidad, Lawson dio motivos de preocupación a los médicos. Dijeron que su cerebro no funcionaba tan rápido como debería, lo que significaba que podría tener problemas de memoria, aprendizaje y comprensión en comparación con otros niños.
Sarah recuerda que durante los dos primeros años, Lawson no hablaba mucho y no era muy sociable. Pero después, todo cambió. De repente empezó a captar palabras con rapidez y recordaba cosas que sólo había oído de las conversaciones de sus padres.
Durante una tormenta de nieve invernal, se fue la luz en la zona durante unos días. En ese breve espacio de tiempo, Lawson aprendió los nombres de muchos países, ¡e incluso sus capitales! No sólo se puso al nivel de los niños de su edad, sino que empezó a aprender más rápido que la mayoría de ellos.
Al ver esto, Sarah decidió someter a Lawson a un test de inteligencia. Los resultados la sorprendieron: ¡su CI era de 150! Para comparar, se calcula que el CI de Albert Einstein estaba entre 160 y 180. Aún más impresionante fue la gran afición de Lawson por aprender y su increíble memoria.
Lawson se convirtió en uno de los miembros más jóvenes de una antigua y conocida organización para personas muy inteligentes. Para ser miembro se necesita un coeficiente intelectual de al menos 130, que Lawson superaba fácilmente.
Para retribuir, Lawson empezó a pintar obras de arte para recaudar fondos para una organización benéfica llamada March of Dimes, que les ayudó a él y a su hermana cuando eran bebés en el hospital. Quería dar las gracias a todos los que habían hecho donaciones.
Curiosamente, el hijo mayor de Sarah también tuvo problemas para hablar cuando era pequeño. También nació tras un embarazo difícil, pero al igual que Lawson, se recuperó rápidamente y acabó doctorándose a los 29 años.
La historia de Lawson nos recuerda que aunque un niño tenga un comienzo lento, no significa que no vaya a llegar lejos. A veces, sólo necesitan tiempo para crecer y aprender a su propio ritmo.