Se cogieron de la mano a los pocos segundos de nacer… y se negaron a soltarse 🤍👶👶 La foto de estas raras gemelas «mono mono» se hizo viral en 2014… pero ¿cómo son Jillian y Jenna hoy en día? Su vínculo sigue siendo irrompible. Mira el antes y el ahora en este artículo 👇
En 2014 ocurrió algo muy especial en Ohio, Estados Unidos. Un par de gemelas recién nacidas sorprendieron a todos cuando se cogieron de la mano a los pocos segundos de nacer. Hoy descubrimos cómo se encuentran Jillian y Jenna.
Las niñas nacieron el 9 de mayo en el seno de la familia Sisk-White. En cuanto los médicos las trajeron al mundo, se acercaron la una a la otra y se cogieron fuertemente de la mano. El momento fue tan conmovedor que los médicos tuvieron que separar suavemente sus deditos para examinarlas correctamente.
Las fotos de las niñas dieron rápidamente la vuelta al mundo y llegaron al corazón de muchos. Pero los padres, especialmente su madre Sarah, seguramente sintieron aún más emociones. Sarah tuvo un embarazo difícil. Pasó casi los dos últimos meses en el hospital para asegurarse de que los bebés crecieran lo suficiente para nacer sanos y salvos. Los médicos querían que llevara el embarazo al menos hasta la semana 33.
Jillian y Jenna no eran gemelas cualquiera. Eran lo que los médicos llaman gemelos «monoamnióticos» o «mono mono», una enfermedad muy poco frecuente que sólo se da en uno de cada diez mil embarazos. Este tipo de gemelos comparten el mismo saco amniótico y la misma placenta en el útero. Por eso hay mayores riesgos, como que uno de los bebés se desarrolle más despacio o incluso que se enrede en el cordón umbilical, lo que puede ser muy peligroso.
Afortunadamente, las dos niñas nacieron sanas y fuertes. Nacieron con sólo 45 segundos de diferencia y, desde el principio, se negaron a soltarse de la mano. El momento conmovió a todos: hasta los médicos y las enfermeras lloraron.
Tras ganar suficiente peso, las niñas fueron enviadas a casa. Sarah y su marido Bill estaban felices de tener por fin a sus hijas en casa y empezaron a verlas crecer. Las gemelas seguían estando muy unidas y rara vez querían separarse. Si Bill llevaba a una a la tienda y la otra se quedaba con Sarah, ambas se echaban muchísimo de menos.
A medida que crecían, lo hacían todo juntas. Se cogían de la mano a menudo y les encantaba estar cerca la una de la otra. Cuando cumplieron 7 años, seguían estando muy unidas. Son casi idénticas y a veces actúan de la misma manera. Su madre, Sarah, dice que son como «dos gotas de agua». Les gustan las mismas comidas, les encanta nadar y a menudo juegan con los mismos juguetes.
Sin embargo, a medida que crecen, empiezan a aparecer algunas diferencias. Por ejemplo, Jenna tiende a ser más precavida, mientras que Jillian es un poco más valiente. Sarah espera que su fuerte vínculo continúe el resto de sus vidas.