«Julia Del Bianco fue juzgada por su cuerpo, no por su talento, pero nunca dejó de bailar.»🩰💪Ahora inspira a una nueva generación de bailarinas a creer en sí mismas. Mira su impactante historia y sus fotos en el siguiente artículo 👇
Mucha gente sigue creyendo que el ballet es sólo para chicas delgadas y delicadas. Pero esa opinión está empezando a cambiar. La bailarina brasileña Julia Del Bianco es un gran ejemplo de cómo el ballet se está volviendo más inclusivo. Se autodenomina con orgullo bailarina profesional de tallas grandes.
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Julia empezó a bailar de pequeña. Ya entonces, en Limeira, su pequeña ciudad natal, tuvo que enfrentarse a las críticas, no sobre su baile, sino sobre su cuerpo. La gente solía hacer comentarios sobre su peso, y entre las jóvenes estudiantes de ballet, la apariencia siempre era un tema importante. Esto dificultaba aún más las cosas para Julia.
Aun así, no dejó que esas opiniones le quitaran su sueño. Julia creía que nadie debía decidir lo que podía o no podía hacer por su aspecto. De adolescente, escuchó muchos comentarios hirientes, pero su pasión por el ballet se mantuvo firme.
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Para alcanzar el mismo nivel de flexibilidad y gracia que los demás, tuvo que entrenar mucho. No fue fácil, pero siguió adelante y se ganó un lugar en el escenario. Julia actuó en muchas producciones, incluidas obras clásicas. Uno de sus momentos de mayor orgullo fue bailar en «La Bayadere» en un teatro local.
Julia dice que algunas personas intentan ocultar sus críticas fingiendo estar preocupadas por su salud. Pero ella no deja que eso la afecte. «El ballet es un trabajo duro para todo el mundo, independientemente de su tamaño», explica. «Sé que mis articulaciones soportan más presión, por eso voy al médico a menudo. Por suerte, no he tenido ninguna lesión grave».
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Cuando llegó la pandemia, se interrumpieron las actuaciones sobre el escenario. Pero Julia no se rindió: trasladó sus actividades de ballet a Internet.
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Hoy es muy activa en las redes sociales e imparte clases virtuales de ballet. Su objetivo es apoyar a otras niñas y mujeres que sueñan con bailar, independientemente de su tamaño o forma. Julia es la prueba de que, con determinación y amor por tu oficio, puedes romper barreras e inspirar a otros.
¿Te ha gustado la historia de Julia? Comparte tu opinión en los comentarios: ¡nos encantará saber lo que piensas!
