Mi suegra me regaló dos sillas viejas, y ahora son el elemento más admirado de mi hogar

«De sillas polvorientas a oro DIY» 🪑✨ No tires todavía los muebles viejos de la abuela: esta ingeniosa transformación de un banco demuestra que con un poco de lijado, pintura y creatividad se pueden convertir sillas olvidadas en un elegante centro de mesa. Vea el antes y el después y la guía completa en el artículo a continuación 👇

No hay necesidad de salir corriendo a comprar muebles nuevos, especialmente si tienes sillas viejas que aún están en buen estado y solo necesitan un poco de cuidado. Los muebles de hace décadas solían estar hechos con madera de alta calidad, y muchas familias aún los utilizan hoy en día. Con un poco de trabajo, se pueden dejar como nuevos y durar muchos años más.

Hace poco cogí dos sillas viejas de la casa de mi suegra y decidí darles una segunda vida. Las convertí en un banco bonito y funcional que encaja perfectamente en nuestra casa.

Paso 1: Limpiar y lijar las sillas

Primero, lijé ambas sillas para eliminar el barniz y la pintura viejos. Una vez que quedaron lisas y limpias, les di una nueva capa de pintura blanca. Puedes elegir cualquier color que vaya mejor con el estilo de tu hogar.

Paso 2: Preparar las tablas

También corté varias tablas a la longitud que quería para el asiento del banco. Las lijé y pinté de blanco a juego con las sillas. Para que el banco fuera más resistente, utilicé un balaustre decorativo de madera entre las sillas, fijándolo a la primera tabla que descansaba sobre ambas sillas. Quité los asientos originales de las sillas, ya que no los necesitaba para este proyecto.

Paso 3: Refuerza el respaldo

Para sostener el respaldo del banco, uní el balaustre y los respaldos de ambas sillas entre sí. Esto hizo que toda la estructura fuera mucho más resistente.

Paso 4: Construye el asiento

Colocé las tablas en la parte superior para crear el asiento y luego las atornillé a los marcos de las sillas para que todo quedara bien sujeto.

Toques finales

El banco terminado quedaba muy bien en blanco, pero también se puede pintar de cualquier color para que combine con la decoración. O, si se prefiere un aspecto más natural, se puede teñir la madera y acabarla con un barniz transparente, perfecto para un acogedor interior de estilo rústico o campestre.

Reflexiones finales

Este proyecto no ha costado mucho y el resultado es un banco precioso con una historia detrás. Siempre es satisfactorio dar una nueva vida a algo viejo.

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