«Este caballo cree que es un perro» 🐴🐶 Nacido demasiado pequeño para sobrevivir, Peabody estaba destinado a ser sacrificado, hasta que una mujer lo salvó. Ahora lleva zapatos diminutos, vive en casa y juega a buscar la pelota con bulldogs. Vea las adorables fotos en el artículo a continuación 👇
La historia del caballo Peabody es triste y feliz a la vez, y su final aún está por decidir. Desde el punto de vista de la naturaleza, el caballo no debería haber nacido, pero las personas decidieron lo contrario.
Peabody no tiene ninguna diferencia en cuanto a belleza o inteligencia. El caballo es simplemente muy pequeño.
Llamando a las cosas por su nombre, Peabody no es un caballo, sino un bicho raro inviable, condenado a una muerte rápida. Debido a su baja estatura, simplemente no alcanzaba la ubre de la yegua madre y no podía alimentarse. También tiene las patas torcidas, la mandíbula torcida, problemas gastrointestinales y otras pequeñas cosas. Una criatura que no sobreviviría sin la ayuda humana, pero la ayuda llegó a tiempo.
Peabody mide poco más de 40 cm. Es del mismo tamaño que el bulldog de Penélope.
Peabody llamó la atención de la amante de los animales Vera Faith, que lo acogió literalmente antes de que lo sacrificaran y lo llevó al otro extremo del país. Ella crió al bebé y le hizo zapatos ortopédicos para que pudiera correr. La mandíbula crece y se endereza, por lo que pronto dejará de sacar la lengua. Pero los veterinarios están seguros de que en realidad nunca crecerá.
Sin embargo, Peabody no quiere ser un caballo. Prácticamente no los conoce, pero desde los primeros días está con los perros. Sus hábitos y comportamiento son como los de los perros.