«Unos diminutos excrementos revelaron un milagro que nadie esperaba». Los conservacionistas de Australia acaban de descubrir crías recién nacidas de una especie que se creía extinguida para siempre 🐾🌿 Vea los primeros cachorros de quoll en el artículo 👇
En un emocionante avance para los conservacionistas, los investigadores del Santuario de Vida Silvestre Mt Gibson, en Australia Occidental, se topó recientemente con una notable señal de vida: pequeños excrementos dejados por criaturas recién nacidas.
Pero no se trata de cualquier animal. Pertenecen al quol occidental, un raro marsupial carnívoro que en su día vagaba por todo el continente australiano. Tras la colonización europea, la especie sufrió un rápido declive debido a la pérdida de su hábitat y a depredadores como zorros y gatos.
Hoy en día, los quolls occidentales, también conocidos por su nombre indígena, «chuditch», solo se encuentran en pequeñas cantidades en algunas partes del suroeste de Australia. Estos ágiles cazadores, del tamaño aproximado de un gato doméstico, desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento del equilibrio ecológico, ya que se alimentan de insectos, reptiles y aves pequeñas.
Durante los últimos meses, un equipo dedicado de ecologistas ha estado trabajando para reintroducir la especie en el monte Gibson, un santuario del que los quolls habían desaparecido anteriormente. Su arduo trabajo parece estar dando sus frutos.
El descubrimiento de las primeras crías de quoll supone un hito importante. Es un indicio esperanzador de que estos escurridizos marsupiales no solo están sobreviviendo, sino que prosperan en su hábitat restaurado.
«Nuestro seguimiento y las imágenes de las cámaras muestran claros indicios de que los quolls se están adaptando bien», afirma Georgina Anderson, ecóloga de campo sénior de Australian Wildlife Conservancy. «El hallazgo de crías en la bolsa confirma el éxito de la cría, que es exactamente lo que esperábamos».
Un quoll destacado, apodado Aang, se ha convertido en una especie de celebridad local. «Se le ve con frecuencia en nuestras cámaras de vigilancia y tiene una gran personalidad. Se le conoce por asaltar varias estaciones de cebo en una sola noche para recoger bocadillos de pollo», añadió Anderson con una sonrisa.
Este pequeño pero poderoso avance es un soplo de aire fresco para la conservación en Australia. Y con un cuidado continuo, puede que sea solo el comienzo de una recuperación largamente esperada para el quol occidental.
