«Pensó que le habíamos comprado una silla nueva». Este sillón desgastado de la era soviética se estaba desmoronando, hasta que una cuidadosa restauración le devolvió la vida 🪑✨. Vea el impresionante resultado en el artículo 👇💚.
No hace mucho, los muebles se fabricaban para durar. Muchos de nuestros abuelos todavía conservan piezas de los años 80, o incluso anteriores, que han resistido el paso del tiempo. Los sillones, en particular, eran conocidos por su diseño robusto y su artesanía única.
Estas reliquias no son solo sillas viejas, son muebles con calidad de antigüedad. Y en lugar de tirarlas, merecen ser restauradas.
Mi suegra todavía tiene dos sillas de este tipo. Ya he restaurado una, que ahora luce como una pieza vintage en su salón, aunque ella sigue viendo la televisión en la otra, que es más antigua. Le ofrecimos una silla nueva y nos llevamos la vieja para restaurarla.
Quitar la tapicería original no fue fácil. Estaba sujeta con clavos de acero y pegamento, signos evidentes de la sólida artesanía de la era soviética. El asiento estaba atornillado a un marco de madera con seis tornillos y tres clavos adicionales que sujetaban el acolchado.
Para nuestra sorpresa, la espuma antigua todavía estaba en buen estado, solo un poco amarillenta y comprimida. La sustituimos por espuma nueva de 4 cm y la fijamos. Compré 80 cm de tapicería nueva en varios colores y restauré los reposabrazos negros desgastados lijando las gotas de pintura.
La nueva tela era muy similar a la original. La fijé al armazón, que era de madera resistente, posiblemente incluso arce. A continuación, volví a montar la silla, utilizando tornillos largos en lugar de clavos para fijar el asiento.
Todo encajó fácilmente: los agujeros seguían en su sitio y la tela se estiraba bien. Cuando devolvimos la silla, mi suegra estaba convencida de que era nueva.