Estaba buceando en el océano cuando encontró una puerta en posición vertical en el fondo marino

Sam llevaba años buceando. Arrecifes de coral, naufragios, cuevas… Creía que lo había visto todo.

Hasta aquella tarde.

Estaba a unos nueve metros de profundidad, flotando sobre el fondo arenoso, cuando vio algo extraño en la distancia. Al principio, pensó que era un trozo de un naufragio. Pero, a medida que se acercaba, su corazón comenzó a latir con fuerza.

No era parte de un barco.

Era una puerta.

Una puerta de madera, erguida en la arena, desgastada pero intacta. Había percebes adheridos a su superficie y algas enroscadas perezosamente alrededor de su marco. Pero estaba suelta, sin estar unida a ninguna pared o estructura. Solo una puerta, en un lugar donde no debería haber ninguna puerta.

Sam se quedó flotando frente a ella, con burbujas saliendo de su regulador. Su cerebro le gritaba que diera media vuelta. Pero la curiosidad lo retenía allí.

Entonces se fijó en algo que le revolvió el estómago.

La puerta estaba ligeramente abierta. Y a través de la rendija se veía luz.

No era luz solar.

Era un resplandor cálido y dorado, como el de una lámpara en el salón de alguien. Casi podía distinguir la forma de una silla.

Le temblaba la mano mientras la extendía. El pomo era de metal frío bajo su guante. La puerta crujió, un gemido sordo incluso bajo el agua, al abrirse más.

Por una fracción de segundo, Sam lo vio claramente: una habitación acogedora, con moqueta, estanterías y fotografías en las paredes. Un lugar que no tenía nada que hacer en el fondo del mar.

Entonces, una sombra se movió en el interior.

Sam se echó hacia atrás. La puerta se cerró de golpe con una fuerza que removió la arena a su alrededor.

Y cuando parpadeó, había desaparecido.

El fondo marino estaba vacío. Solo arena y agua que se extendía en la distancia.

Sam flotaba allí, con el pecho agitado y burbujas subiendo rápidamente. No se lo contaría a nadie.

Pero semanas más tarde, cuando reveló su cámara submarina, se le heló la sangre.

En la esquina de una foto, justo detrás de él, estaba la puerta.

Ligeramente abierta.

Like this post? Please share to your friends:
Deja una respuesta

;-) :| :x :twisted: :smile: :shock: :sad: :roll: :razz: :oops: :o :mrgreen: :lol: :idea: :grin: :evil: :cry: :cool: :arrow: :???: :?: :!: