Sus gemelos, hijos de un príncipe nigeriano 1️⃣8️⃣ años más joven que ella, crecen a toda velocidad y su parecido con su difunto padre es asombroso. 🫢🤯😱 ¿Cómo viven y cómo son ahora? Vea las fotos en el artículo a continuación ⬇️
Mucha gente cree que la vida para una mujer empieza de verdad a los 50, y la historia de Natalia es un ejemplo perfecto de ello. Incluso a esta edad, encontró el amor y se casó. Y no con cualquiera, sino con un auténtico príncipe nigeriano.
Su historia fue ampliamente difundida en los medios de comunicación. Esta mujer y su futuro marido se conocieron por Internet en 2010. El hombre, Pawel Gabriel, era de Nigeria y, para su sorpresa, resultó ser un príncipe de verdad. Ella apenas podía creerlo. Hablaron virtualmente durante tres años antes de que ella decidiera visitarlo en persona.
No tardaron mucho en casarse. Gabriel era 18 años más joven que Natalia, pero esta diferencia de edad no le molestaba en absoluto. Estaba dispuesta a pasar el resto de su vida con él porque lo amaba profundamente.
Después de la boda, se mudaron a otro país, donde Gabriel empezó a trabajar como conductor de tractores. Natalia ya tenía un hijo adulto de su anterior matrimonio y, más tarde, Gabriel y ella tuvieron gemelos: Daniel y David. Como no podía concebir de forma natural, se sometió a fecundación in vitro para tenerlos. Sin embargo, su felicidad duró poco. Gabriel falleció con sólo 34 años, dejando viuda a Natalia.
Con el tiempo, volvió a encontrar el amor. Su nueva pareja también era mucho más joven que ella y procedía de la misma parte del mundo que su difunto marido. Ella viajó a su país, pero sus planes de boda se vieron arruinados por la pandemia, que hizo imposible casarse.
Después de eso, Natalia decidió buscar el amor. Conoció a otro hombre, una vez más de la mitad de su edad. Su vida personal siguió sorprendiendo a todos.
En 2021, sus gemelos cumplen cuatro años. Natalia los cría sola, pero recibe ayuda del hermano pequeño de su difunto marido e incluso de su ex suegra de Nigeria. No está sola: sus seres queridos la apoyan siempre que lo necesita. Algún día espera llevar a sus hijos a visitar la tierra natal de su padre.
Los niños se parecen mucho a su difunto padre. Van a una guardería normal y viven como cualquier otro niño. Natalia comparte su vida diaria en las redes sociales, donde publica fotos de ellos con regularidad. Quiere mucho a sus hijos y cree que le han dado un nuevo sentido a su vida. A pesar de todo, está agradecida por cómo han salido las cosas.
